Lo justo sería
hablar de los fotógrafos porque existen varias maneras
de dedicarse a este arte.
El intuitivo confia
en sus sensaciones. Dispara en cualquier momento con la idea de
capturar las imagenes que le gustan.
El tímido
anda con precaución. Piensa las cosas, inventa construcciones
y cuando por fín olvida un poco a los demás,
se pierde en cualquier detalle.
El estocástico
dispara al azar...
... estadisticamente
algo bueno tiene que aparecer.
El animista funciona
según una espiral centrípeta. Da la vuelta
del tema, va a tientas pero al final se acerca poco a poco
a lo esencial.
El furtivo saca fotos
a escondidas. Lo suyo es pillar momentos o expresiones que
le llaman la atención sin que nadie se entere.
El sintético
oscila entre el panorama y el detalle emblemático.
Pero el que prefiero
es el fotógrafo virtual. Este pasa tanto tiempo a contemplarlo
todo y a grabarlo en su cerebro que ni siquiera dispara.
Algunos mal pensados dirán que es una variedad especial
de contemplativo.