La ballena es un animal
que ocupa un sitio especial en lo imaginario de los humanos: monstruo
sin piedad frente al Capitán Ajab, víctima de los
barcos-talleres en otros sitios, animal impresionante por su tamaño
y su agilidad en el agua, especie amenazada de desaparición,
sin olvidar el dibujito con surtidor incluido pegado sobre los
azulejos del cuarto de baño...
Algunos deciden ir
más allá y se meten en un viaje-iniciación
cuya ceremonia principal es precisamente el encuentro con las
ballenas.
La magía empieza
cuando a lo lejos se divisan surtidores. ¡Allí están!
De vez en cuando aparece
una cabeza, otras veces una cola, pero con la distancia, la ballena
sigue siendo un concepto.
La emoción aumenta
cuando el barco se acerca.
Mama ballena aparece con su ballenato a unos veinte metros y el
concepto se transforma poco a poco en realidad : uno no capta
todavía el tamaño de estos animales pero queda claro
que si fueran agresivos, nuestro frágil cascarón
de nuez no resistiría.
Estos seres pacíficos
son también muy juguetones.
Se acercan a los barcos, aparecen por un lado, se hunden, emergen
donde menos los esperas, dan vueltas y vueltas en un asombroso
baile amistoso. A veces pasan debajo de algún barco y dejan
que estos minúsculos humanos contemplen su tamaño.
Maravillosa lección
de confianza, de respeto y de bondad con estos seres destructores
que son demasiado a menudo los humanos...